A primeros de abril llega el momento de recoger todas las habas que quedan en las matas. Hasta ahora hemos ido cogiendo las vainas que estaban más desarrolladas, pero ahora hacemos la recogida de todas las que hay. El momento de la recolecta lo deciden dos factores: que no hay flores nuevas que después produzcan vainas y que la gran mayoría de los frutos tienen la madurez adecuada.
Este año hemos usado plantones que compramos en el vivero y hemos plantado en un bancal profundo una extensión de 1.20 por 2.50 metros aproximadamente. La idea era que fuera una siembra que preceda a alguna de verano como tomates o pimientos.
A pesar de las inclemencias de este año el desarrollo de las habas ha sido muy satisfactorio. Primero el viento volcó las plantas y tuve que clavar cañas junto a ellas y atarlas para ayudar a soportar las fuertes rachas de hace unos meses. Después han tenido que sufrir un continuo encharcamiento por la gran cantidad de lluvia que ha caído este año. Los guisantes que tenia plantados junto a las habas no han aguantado tanta agua. Por último, los caracoles y las cabrillas se han cebado con las plantas aunque afortunadamente prefieren comer hojas y solo algunas vainas han aparecido comidas por la parte superficial del exterior lo que no ha afectado a las semillas del interior.
Hemos arrancado las matas y la idea es incorporarlas al terreno para aprovechar los beneficios que tienen las leguminosas para el suelo. Así que con el cortacésped que nos regalaron hemos triturado las plantas y ya troceadas las hemos repartido por todo el bancal. Cuando removamos la tierra quedaran incorporadas al suelo y servirán de abono.
Tenía la intención de conseguir de esta cosecha semillas para la próxima siembra, pero ya había arrancado todas las matas cuando supe que las habas que se siembran hay que sacarlas de sus vainas cuando se ha secado la planta sin arrancar. El momento exacto es cuando las semillas se sueltan dentro de las vainas secas, quedan como un sonajero. Después de sacar las semillas, la habas secas, hay gente que las congela para conservarlas hasta que se acerque la siembra.
Yo voy a intentar secar algunas vainas aunque no sea en la propia mata. A ver si hay suerte.
Por ultimo decir que están deliciosas. El hecho de que sean un producto totalmente ecológico y que es nuestra producción hace que disfrutemos mucho de su textura y excelente sabor en el plato.